Por: Keelman Saavedra Vidangos(*)
Se repite.
La historia se repite así misma,
En un soneto a veces cansado…
Aprendido casi en la memoria de los que vivieron algo
Por estos tiempos, (entiéndase electorales) respondí a una gentil invitación de un diario local a ser panelista1, de candidatos a la alcaldía, en el tema de “Seguridad Ciudadana”.
Encontrarme con frases hechas, zonas comunes, promesas hepáticas o difusas, y un
–para mí- copia y pega de propuestas, fue algo que –sinceramente- esperaba….Pero no en tal cantidad.
Sospecho que cuando allí se dijo: “…el diagnóstico es preocupante, el pronóstico es reservado” pensaron que era una frase sin más. Hoy, cuatro años después, leer las promesas que en materia de Seguridad se imparten, ver las “propuestas” que se barajan, nos confirma una certera preocupación: del tema se habla mucho, se planifica poco, se estudia Nada.
Se insiste en zonas comunes como: “saldremos a patrullar”, aunque el patrullaje per se, -sin un Sistema de Intervención definido- no implique una reducción directa del fenómeno2.
Se percibe entusiasmo y expectativa respecto a la instalación de video cámaras, aunque estas –por sí solas- sólo mejoren la sensación de vigilancia, y terminen desplazando el delito a otros sectores3
Es necesaria la mejora tecnológica, ¡Vaya que Sí! ¡Es un buen paso! Pero insistimos en que debe ir acompañada de una metodología de trabajo, (recolección, procesamiento de data, inteligencia predictiva, etc.).
Por terquedad o desconocimiento, se repite cansinamente que “nos faltan” policías, aunque se sabe que la solución, no pasa por un tema meramente policial ni de cantidad de policías4; sino de calidad del servicio y de eficiencia en el funcionamiento de un Sistema Local de Seguridad.
Esta repentina preocupación por el número de efectivos necesarios en Piura (región,
provincia5), en función a una razón ideal de policía / población; resulta ser una aproximación tan a priori como imprecisa; entre otras cosas porque la cantidad de policías necesarios, pasa también por las funciones que en la práctica termina realizando nuestra Policía Nacional.
A pesar de que el sector político proclama la creencia en una supuesta conexión lógica entre: el número de policías, y la cantidad o violencia de los delitos; estudios e investigaciones experimentales han demostrado hace rato: que no existe un nexo directo6 (siquiera inmediato) entre tales supuestos.
¿Cómo está nuestro Sistema Local de Seguridad? ¿Participa la Sociedad Civil? ¿Nuestras Comisarías están equipadas? ¿Existe una Coordinación entre los Comisarios, el Escuadrón Verde y el Escuadrón de Emergencia 105? Coordinan o es que se ha constituido ante nuestros ojos un sistema de descoordinación múltiple,7 (aquéllos en que dos o más fuerzas policiales comparten el mismo territorio).
Nuestra población sufre en el día a día, los síntomas que aquejan a nuestro Sistema
Local de (in)Seguridad, el clima electoral anticipa lluvia de propagandas, titulares, debates y promesas… ¿y después? Se cierne una frase cuya autoría no pretendo, pero comparto:
“Si no cambia el modelo mental de nuestros líderes y no se comienza a advertir que es imposible resolver un problema desde la misma lógica por la cual el problema se ha generado, estaremos acaso asistiendo al incremento de la inseguridad hasta niveles de metástasis y caos social”8.
(*) El autor ha cursado estudios de Post Título con la Universidad de Chile, especializándose en
“Formulación de Políticas Públicas en Seguridad Ciudadana”, siendo aprobado con distinción.
Abogado por la Universidad Nacional de Piura, ha recibido la Medalla al Mérito Académico de la
Facultad de Derecho, por su investigación en Seguridad Ciudadana. Cursa estudios de Maestría en Derecho Penal, además de contar con estudios de Derecho y Ciencias Políticas en Loja- Ecuador. Coordina actualmente el Proyecto de “Elaboración de un Sistema de Indicadores de Gestión de Seguridad” para los distritos de Piura y Castilla
Se repite.
La historia se repite así misma,
En un soneto a veces cansado…
Aprendido casi en la memoria de los que vivieron algo
Por estos tiempos, (entiéndase electorales) respondí a una gentil invitación de un diario local a ser panelista1, de candidatos a la alcaldía, en el tema de “Seguridad Ciudadana”.
Encontrarme con frases hechas, zonas comunes, promesas hepáticas o difusas, y un
–para mí- copia y pega de propuestas, fue algo que –sinceramente- esperaba….Pero no en tal cantidad.
Sospecho que cuando allí se dijo: “…el diagnóstico es preocupante, el pronóstico es reservado” pensaron que era una frase sin más. Hoy, cuatro años después, leer las promesas que en materia de Seguridad se imparten, ver las “propuestas” que se barajan, nos confirma una certera preocupación: del tema se habla mucho, se planifica poco, se estudia Nada.
Se insiste en zonas comunes como: “saldremos a patrullar”, aunque el patrullaje per se, -sin un Sistema de Intervención definido- no implique una reducción directa del fenómeno2.
Se percibe entusiasmo y expectativa respecto a la instalación de video cámaras, aunque estas –por sí solas- sólo mejoren la sensación de vigilancia, y terminen desplazando el delito a otros sectores3
Es necesaria la mejora tecnológica, ¡Vaya que Sí! ¡Es un buen paso! Pero insistimos en que debe ir acompañada de una metodología de trabajo, (recolección, procesamiento de data, inteligencia predictiva, etc.).
Por terquedad o desconocimiento, se repite cansinamente que “nos faltan” policías, aunque se sabe que la solución, no pasa por un tema meramente policial ni de cantidad de policías4; sino de calidad del servicio y de eficiencia en el funcionamiento de un Sistema Local de Seguridad.
Esta repentina preocupación por el número de efectivos necesarios en Piura (región,
provincia5), en función a una razón ideal de policía / población; resulta ser una aproximación tan a priori como imprecisa; entre otras cosas porque la cantidad de policías necesarios, pasa también por las funciones que en la práctica termina realizando nuestra Policía Nacional.
A pesar de que el sector político proclama la creencia en una supuesta conexión lógica entre: el número de policías, y la cantidad o violencia de los delitos; estudios e investigaciones experimentales han demostrado hace rato: que no existe un nexo directo6 (siquiera inmediato) entre tales supuestos.
¿Cómo está nuestro Sistema Local de Seguridad? ¿Participa la Sociedad Civil? ¿Nuestras Comisarías están equipadas? ¿Existe una Coordinación entre los Comisarios, el Escuadrón Verde y el Escuadrón de Emergencia 105? Coordinan o es que se ha constituido ante nuestros ojos un sistema de descoordinación múltiple,7 (aquéllos en que dos o más fuerzas policiales comparten el mismo territorio).
Nuestra población sufre en el día a día, los síntomas que aquejan a nuestro Sistema
Local de (in)Seguridad, el clima electoral anticipa lluvia de propagandas, titulares, debates y promesas… ¿y después? Se cierne una frase cuya autoría no pretendo, pero comparto:
“Si no cambia el modelo mental de nuestros líderes y no se comienza a advertir que es imposible resolver un problema desde la misma lógica por la cual el problema se ha generado, estaremos acaso asistiendo al incremento de la inseguridad hasta niveles de metástasis y caos social”8.
(*) El autor ha cursado estudios de Post Título con la Universidad de Chile, especializándose en
“Formulación de Políticas Públicas en Seguridad Ciudadana”, siendo aprobado con distinción.
Abogado por la Universidad Nacional de Piura, ha recibido la Medalla al Mérito Académico de la
Facultad de Derecho, por su investigación en Seguridad Ciudadana. Cursa estudios de Maestría en Derecho Penal, además de contar con estudios de Derecho y Ciencias Políticas en Loja- Ecuador. Coordina actualmente el Proyecto de “Elaboración de un Sistema de Indicadores de Gestión de Seguridad” para los distritos de Piura y Castilla
1 Realizado en la UDEP, reportado en “El Tiempo” págs. 1 y 4 del 21 de octubre y pág. 4 del 20 de noviembre 2006.
2 Desde el viejo “Experimento de Kansas” -1972 a 1973- quedo medianamente claro que el asunto no era cantidad de efectivos ni patrullas deambulando. Véase también: The Kansas City Preventive. Patrol
Experiment. http://www.policefoundation.org/docs/kansas.html
3 Las medidas de Prevención Situacional, necesarias como esta, no abordan la causa de los hechos delictivos, más bien originan el fenómeno de “Desplazamiento Delictivo”, (o mal llamado “efecto cucaracha”).
4 Respetuosamente, les recordamos que el estándar internacional NO es “1 policía cada 100 habitantes” (sic) sino 3 : 1000.
5 Aunque, -siendo justos- tampoco nos va bien en el “reparto” de Policías como distrito, peor le va a otros distritos
6 FRÜHLING Hugo. “La Modernización de la Policía en América Latina” Trabajos presentados. BID.
Universidad de Alcalá. Alcalá de Henares, 2000.
7 Siguiendo a Bayley, en: Bayley, D.H.1985. Patterns of Policing. A Comparative International
Analysis. New Brunswick: Rutgers University Press. Págs. 63.
8 MONTBRUN, Alberto. Instituto Universitario de Seguridad Pública Publicado en LA LEY Año VI, N°
1, Febrero 2002.
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